lunes, 30 de mayo de 2011

c.d. san lorenzo - c.d. la virgen del camino b

                                                           FINAL


C.D. SAN LORENZO    -     LA VIRGEN DEL CAMINO B                    28-05-2011                 

    En una tarde de mucho calor se disputó la última jornada de liga en los campos de hierba artificial de La Palomera. Y ciertamente los nuestros estuvieron apalominaos, sobre todo en una segunda parte desastrosa en la que incluso se careció de la cualidad más notable que ha tenido el equipo de La Virgen durante toda la campaña: la disposición luchadora pasase lo que pasase, el intentarlo hasta el final. Se mostró, por momentos y salvo alguna excepción, una apatía y una indisciplina que hicieron lógico el enfado más que justificado del entrenador. Así que olvidemos cuanto antes este encuentro, estoy seguro de que en el partido amistoso que queda por jugar lo van a hacer mucho mejor, por lo menos que no sea por falta de ganas. Prefiero quedarme con lo bueno, por lo que haré un balance muy general de lo que ha sido esta temporada. Una temporada que no ha sido buena en cuanto a resultados, pero que ha sido muy interesante como primera experiencia en competición liguera.
    Aún a riesgo de ser pusilánime, ñoño y cursi (qué se le va a hacer), permitidme que finalice mi último comentario con una leyenda que cuenta la historia de un niño que se encontraba al borde de un pozo tirando con fuerza de una gruesa cuerda. Se acercó a él un hombre y le preguntó qué estaba haciendo. El niño contestó que estaba buscando la solidaridad, y el hombre comenzó también a tirar de la soga. Al poco rato, acudió una mujer e hizo la misma pregunta, a la que obtuvo idéntica respuesta: “buscamos la solidaridad”. La mujer agarró el cordel y ayudó a tirar. De la misma manera, fueron llegando otros niños, hombres y mujeres, y todos tiraron de la cuerda hasta que al final apareció un viejo caldero oxidado. Asombrados, pensaron que su trabajo no había servido para nada, no se daban cuenta de que la solidaridad estaba en el otro extremo de la cuerda.
    Esta historia viene al caso porque se podría llegar a una conclusión similar con el tema de los triunfos futboleros. El equipo los busca constantemente y, en las ocasiones en que no se consiguen, aparece el desencanto y la decepción; no se da cuenta de que los triunfos están en el otro extremo: en el compañerismo, la disciplina, el respeto por los demás equipos y por uno mismo, la diversión, el aprendizaje, el esfuerzo, el desarrollo personal, el saber perder y el saber ganar, en la humildad, en el hacerse valer con orgullo, en asumir responsabilidades, en la sencillez e ilusión con que se deben afrontar los compromisos… Todo esto es lo realmente importante, las victorias en los resultados deportivos están muy bien, pero si únicamente se busca eso, son brillantes “calderos” que se oxidan con el tiempo.
    Creo que debemos sentirnos orgullosos de un grupo de chavales estupendos que, por encima de estrepitosas goleadas recibidas, han dado una lección de pundonor y saber estar espectaculares. Ni malos modos, ni comportamientos reprobables, con las distracciones normales en críos de estas edades que, con dificultad, han ido superándose en atención y concentración. Un grupo que comenzó la temporada saliendo al terreno de juego dando brincos como los cabritillos a los que se suelta en el corral, y que han acabado saliendo en fila más o menos ordenada y tranquila, sabiendo lo que tienen que hacer y cómo colocarse, aunque luego se les olvide y aparezcan “desajustes” que se han ido corrigiendo con el tiempo en muchos casos. Un pequeño grupo muy particular, por ser el primer año, por ser una novedad para todos, porque a pesar de las derrotas se lo han pasado bien, han jugado mucho tiempo en prácticamente todos los partidos (cosa que será más difícil en categorías superiores) y nos lo han hecho pasar bien excepto cuando alguna vez nos sacan de quicio (como en casa, supongo), porque cada uno, en su medida, es especial. Todo ello hace que, en general, quede un buen recuerdo de esta temporada, y más de uno, cuando el próximo lunes lleguen las cinco de la tarde, va a sentir que echa algo de menos.
    Por último querría felicitar a todos los equipos que han participado en esta competición, desde el primero, el Casa Asturias, justo vencedor del grupo, hasta el último, la Cultural, a los que hay que animar especialmente, seguro que llegará su momento más adelante. Agradecer al Ayuntamiento y al Club de La Virgen del Camino el apoyo a estas categorías inferiores, que no se les olvide que son el pilar indiscutible para mantener en pie a las categorías superiores; a los entrenadores, Chuchi y Marco, que con enorme paciencia han asistido en primera persona al hecho cierto de que no te hagan caso a la primera, a la segunda…, y la décima, y de que la labor educativa no es nada fácil, ni en el deporte, ni en el colegio, ni en casa, ni en la Conchinchina. También felicitar a Fernando Crespo por este sensacional blog, al que ha dedicado horas y horas de manera desinteresada, ofreciendo un plus de calidad a la competición que no hubiera sido la misma sin este espacio de fotos y presentaciones, opiniones, enlaces, los videos de Harold Mata, Sara González, y de todos aquellos que han hecho su aportación, etc.; blog al que no le vendría mal tener un carácter oficial o institucional que recompensase de alguna manera el extraordinario trabajo de Fernando; a quien corresponda, con el debido respeto. Mi especial agradecimiento por dejarme un hueco donde expresar la realidad y la irrealidad de lo opinable. Felicitar, por último, a una afición tantas veces elogiada, porque es difícil alentar cuando los resultados no son buenos, y siempre se ha dejado oir para llevar en volandas el ánimo de los nuestros.
    Y mis disculpas si alguien se ha sentido ofendido por alguno de mis comentarios, simples opiniones que no han pretendido en ningún momento ni sentar cátedra ni crear polémicas de ningún tipo, los protagonistas son los niños y así debe ser siempre en este contexto.

                 ¡Buen verano a todos!                       ¡¡¡ Aúpa “duendecillos”!!!



                                                                                   Roberto Bances